sábado, 8 de diciembre de 2012

Para ella todos los días son especiales.


No sé si es por su forma de ver la vida, por su capacidad para hacerme ver luz al final de un túnel, o por su manera de vivir los momentos... Lo que sí sé es que yo la quiero probablemente por muchas más razones que cualquiera de vosotros. Una vez escuché a alguien decir que respiras con alivio sabiendo que al menos a la vida no le hace falta gasolina para seguir adelante. En ese momento pensé en ella, en esa idea que ha intentado transmitirme tantas otras veces, haciéndome creer que al final todo tiene la importancia que tú quieras darle, demostrándome con el tiempo que la vida puede patearnos el culo más de lo que nos merecemos, y ante esa idea lo último que debes hacer es aceptarlo sin más... Consiste en acelerar, frenar o simplemente sobrevivir. Pero, como dice la frase que acompaña a ciertos acordes, la vida es menos puta si estás a mi lado. Y es que si hay alguien en el mundo que se preocupa realmente por ti, es tu familia. Eso es lo que entiendo yo por suerte. De repente cobran sentidos los versos de aquel poeta anónimo con el que te encuentras un sábado, a las seis y doce minutos de la tarde: 'María siempre esconde una sonrisa pero guarda un ojalá, es primavera en invierno, es un verano en el mar.'
Diciembre, qué bonito mes. Su mes.

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