sábado, 1 de septiembre de 2012

¡Hey, te espero fuera!


Eme...
Nunca ha sido la niña de azul, es más, nos hemos tirado horas en bares, pubs y discotecas, viendo como volaban los años. Niñas modernas, que sí rompían algún que otro plato. El destino se burla de ti, de mí, y de todos... El destino hace que a veces te distancies de la gente que más quieres, cual bala perdida, aunque simplemente sea para acabar encontrándote contigo mismo. Pero te diré algo, los de verdad, los que valen la pena, siempre estarán dentro de ti, nunca existirá la palabra lejos, nunca estarás solo. El camino de una persona se constituye de etapas, y sé que al destino volveremos a engañar, para seguir construyendo el collage de lo que tenemos, porque ni aunque se ponga el sol pienso despedirme de ti, nunca. Por muchas vueltas que diese la vida, siempre recordaría tu sombra, o el olor del tabaco de los primeros cigarros que compartimos encerradas en un baño, dejando escapar algún suspiro que se colaba entre sus palabras, y las letras de canciones tan nuestras. ¿Donde iría, triste de mí, sin alguien como ella acompañando mis pasos? Sé más o menos como se porta la vida, pero ni me imagino cuanto vale lo que tengo, y en ese todo siempre entraría una de mis sonrisas preferidas... Aunque últimamente no se lo haya dicho demasiado, que todo el Calderón gritase lo mucho que significa para mí, se quedaría corto
La gente se pasa la vida esperando algo que llegue y les llene, pero por lo general comete el error de no pararse a reflexionar en lo que ya tienen, de no mirar a su alrrededor. En mi caso, me paso la vida esperando todavía no sé el qué, sin a veces valorar que tengo más de lo que muchos desearían, y no me refiero a cosas materiales... Hablo de personas, personas especiales y únicas que cambian tu mundo y te hacen ver que no estás rodeada de grises. Y ella es una de esas personas. ¿Algo que llegue y me llene? Puedo afirmar sin miedo que eso ya lo he encontrado hace unos años.

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