¡Maldita sea! Luchas. Si te importa esa persona ¡luchas! La atosigas, te pegas a su risa, te aferras a la más mínima ilusión que te dé. Si ves un ápice de felicidad en el brillo de sus ojos cuando esta contigo lo mantienes, avivas el fuego y si no lo hay quemas todos los 'peros', o la mayoría de ellos. Simplemente hazlo. Acaba con toda esa parafernalia del individualismo barato y teorías varias. Mueve el culo, levántate, porque demomento no puede salir ni 'mal'.
Al leer algo así suena fácil, ¿eh? Pues no, ya os aviso de antemano que no lo es. Porque normalmente por mucho que lo intentes, sabes que hagas lo que hagas no va a servir de nada, la vida es así. No os créais nunca las tonterías de las películas, os aviso. De verdad, de primeras os digo que por muy dura que yo haya sido en algunos aspectos, siempre he creído que al final lo que tenía que salir bien tendría su final feliz, pero en realidad no es bueno afianzarse a esa teoría. Aunque tengas las mejores intenciones, sinceramente, empiezo a pensar que el Karma nos odia a la mayoría.
Echar de menos... Tiene su gracia la verdad. Tú, ¿quién lo habría dicho unos meses atrás? Todavía conservabas esa armadura característica en ti misma. Puedes interpretar la frase de muchas maneras, pero al final solo tiene un sentido. "¿Sabes qué? Quérote" Echas de menos eso. Lo de cada día, las cosas que no se pueden ver, pero en el fondo sientes, no importa lo lejos que estés. Aún así te acabas dando cuenta de que en realidad lo que parece fácil no lo es tanto. Echar de menos duele, sí, y a veces mucho, incluso más de lo que habrías llegado a pensar. Pero en el fondo es como un golpe, duele en el momento, y te duele durante un tiempo, aunque no sepas cuanto, sabes que se acabará pasando. Desaparece el dolor, como poco a poco desaparece el moratón. Sabes que tarde o temprano, dejará de dolerte recordar sus cosas. No te olvidarás de su voz, esa que reproduces 490 veces al día solo para escucharla, ni de su manera de tocarte, pero hay algo que te puedo asegurar, llegará un momento en que todo eso deje de doler. Todo. Pero, como bien dijo un sabio en su día, lo que más duele es la esperanza. Siempre te esperarás una llamada, un mensaje... Esperarás irte a dormir, y despertarte pensando que ha sido una pesadilla horrible. Porque como se suele decir, la esperanza es lo último que se pierde.
Ausencias... Parece que así sigue todo, y seguirá seguramente, es mejor que te hagas a la idea. Pobre de ti querida Inma, parece que has nacido para quedarte así, parafraseando melodías desafinadas sobre la voz del gran Liam Gallagher "Sing a sad song in a lonely place...", está claro que no dejará de marcarte esa sintonía, siempre cantando tu canción triste en un lugar solitario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario