lunes, 27 de diciembre de 2010

PERFECTION EXISTS

Érase una vez hace mucho, mucho tiempo, una isla, unos holandeses, unos indios y unas baratijas.
Y esas baratijas, dieron paso a los barcos de vapor y los rascacielos. Wall Street, la luz eléctrica, los periódicos, la isla de Ellis, los Yanquis, Central Park y la exposición universal. Broadway, el edificio Chrysler y Studio 54. Es lo que a mi me gusta considerar "Nueva York A.C"; Nueva York antes de Carrie.
Yo llegué a esta isla a las tres y media de la tarde del Martes, 11 de Junio, de 1986. Parece que fue ayer.
Al año siguiente conocí a Charlotte, estabamos en un vagón de metro a las dos de la mañana, cuando un vagabundo se bajó los pantalones. Miranda y yo nos conocimos en el año ochenta y nueve en Bloomsday, yo trabajaba en el departamento de moda y ella lloraba en el probador. Y a Samantha la conocí cuando ella trabajaba de camarera en Chibi Divis.
El tiempo es algo muy curioso, puede pasar una década sin que ocurra nada o cambie, y luego, en dos años, pasar cosas extraordinarias. Cosas que no creías que pudieran pasar ni en un millón de años.

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